Tampoco así

Tampoco poniendo bombas en las sedes de los socialistas vascos, como han hecho en la Casa del Pueblo de Lazkao, justo en el día en que se cumplían 25 años desde que asesinaron al compañero Enrique Casas, el 23 de febrero de 1984, lo lograrán.

Lo que queda de ETA no podrá imponer su voluntad a un pueblo libre, que se expresará democráticamente el próximo domingo, como lo hizo también después del asesinato del Senador Casas.

Entonces los socialistas vascos desenmascararon a los etarras con el lema que se gritó en el entierro del compañero: "ETA, traidores, matáis a trabajadores".

Ahora todos sabemos que la única propuesta de los etarras es la destrucción, la muerte y el terror, pero estamos claramente decididos a no dejarnos aterrorizar.

El único futuro de ETA es la cárcel para sus componentes y la disolución para la organización.