Enhorabuena, Guatemala

El pueblo guatemalteco está de enhorabuena, y así lo quiero destacar solidariamente.

No se trata sólo de que se hayan celebrado una elecciones perfectamente homologables desde los parámetros democráticos habituales, sino que las mismas han tenido - con la única sombra de la abstención, que comparten con los países más desarrollados, aunque quizá por causas distintas - un resultado magnífico.

Álvaro Colom, como candidato de la UNE, Unión Nacional de la Esperanza, ha logrado el triunfo, con un 52,82 % frente al general y derechista candidato Otto Pérez, del PP, Partido Patriota. El resultado además ha sido más favorable aún a Colom en los distritos no capitalinos, lo que garantiza su aceptación por parte de la importantísima población campesina guatemalteca.

Cuando allá por el 2004, con ocasión de mi primer viaje a Guatemala, pude mantener una larga e interesante conversación con Álvaro Colom me pareció ya la persona, de todas con las que me entrevisté, con más posibilidades de futuro y de suceder, como lo hará, a Berger.

Viene ahora una intensa etapa de preparación de un Gobierno que deberá de dirigir Colom a partir del 1 de enero de 2008, y que debe de enfrentarse con la máxima unidad civil y política posible a una situación de pobreza, desigualdad y violencia a la que debe de ponerse fin con la aplicación de políticas de izquierda.

Vaya mi deseo de que el proclamado socialdemócrata Colom pueda desarrollar esas políticas que pondrían a Guatemala, luego de largos años de gobiernos de derechas, ante la posibilidad de superar ya definitivamente las secuelas de su larga guerra civil y llevar a sus últimas consecuencias normalizadoras los acuerdos de paz, que se apliquen en una sociedad más justa y por ello más en paz.

Vaya con mi deseo el más fraternal abrazo al pueblo de Guatemala, a todos y cada uno de sus muchos, preparados, conscientes y valientes luchadores por la justicia social. Mucho trabajo tienen por delante para sumarse a las nuevas vías de progreso y de justicia que se van abriendo en toda América.

¡Enhorabuena, Guatemala!