Gaza, el horror que no cesa
El Derecho Internacional de Guerra, las Convenciones de Ginebra, establece claramente que la potencia ocupante debe proteger a la población civil de los territorios ocupados. El Derecho Penal Internacional tipifica como crimen de guerra la matanza de civiles no combatientes.
En Beit Hanun, en el norte de Gaza, territorio palestino ocupado por el Ejército de Israel, las fuerzas de ocupación "protegieron" a la población civil mediante el bombardeo artillero de domicilios particulares situados a medio kilómetro de distancia del lugar donde los israelíes creían que se manipulaban cohetes artesanales.
Maisa Al Athamana, de 4 meses, Malek Al Athamana, de 2 años, Mohamed Al Athamana, de 8 años, Ahmed Al Athamana, de 9 años, Saad Al Athamana, de 10 años, Mahmud Al Athamana, de 11 años, Mohamed Al Athamana, de 15 años, Mahdi Al Athamana, de 16 años, Fatma Al Athamana, de 17 años, Arafat Al Athamana, de 18 años, Sameer Al Athamana, de 25 años, Mohamed Ramadan Al Athamana, de 28 años, Manal Al Athamana, de 29 años, Sana Al Athamana, de 30 años, Nihad Al Athamana, de 34 años, Sabah Al Athamana, de 38 años, Niama Al Athamana, de 55 años, Masud Al Athamana, de 60 años, y Fatema Al Athamana, de 70 años, miembros todos ellos de la misma familia murieron en este bombardeo.
Once organizaciones palestinas de Derechos Humanos, a la mayoría de las cuales conozco directamente, solicitan la intervención internacional ante lo que consideran crímenes de guerra. La organización israelí defensora de Derechos Humanos B'Tselem, a la que también conozco directamente, se suma a la calificación de crimen de guerra.
Creo que caben pocas dudas al respecto. Es necesaria la intervención seria de la comunidad internacional para acabar con tan flagrantes violaciones de los mínimos de comportamiento de una sociedad civilizada.
Cada día en que no actuemos seremos responsables del horror que no cesa en Gaza.
1 Comentarios:
Massa llarg el conflicte, massa habitual i quotidià el drama? Quan pendrem consciència i reaccionarem per aixecar-nos i dir prou, a què esperem!
No tenim perdó.
Laia
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