Normalidad en Salamanca

Todo ha transcurrido con normalidad, o casi con normalidad.

Se han cumplido las instrucciones dadas por el Ministerio de Cultura, de acuerdo con el Patronato del Archivo Nacional de la Guerra Civil, en desarrollo de la Ley aprobada por las Cortes Generales.

A primera hora de la mañana de hoy, luego del aviso transmitido por el Ministerio y de la tramitación del permiso municipal, han salido del Archivo de Salamanca las 507 cajas que contienen los documentos expoliados en Cataluña por el ejército sublevado, vencedor militar de la Guerra Civil, para utilizarlos con fines de investigación para la sangrienta represión de los primeros años de la dictadura del General Franco.

No han prosperado los intentos del Alcalde de Salamanca (PP) para incumplir la Ley democráticamente aprobada, y sus denegaciones de permisos municipales y despliegue de Policía Local no han servido más que para obligar a los operarios encargados del traslado a realizar un paseo de algunos metros más de los previstos con las carretillas cargadas con los legajos por fin recuperados, que próximamente serán entregados a sus legítimos propietarios.

La voluntad democrática se ha cumplido, la legalidad se ha respetado, y no se han producido incidentes, pese a la voluntad de incumplir la Ley, de no respetar el resultado de la discusión democrática y de impedir el traslado por todos los medios, abundantemente manifestada por el PP.

Lo realmente triste es que ésto deba de alcanzar la categoría de noticia.