La Naqba
En estos día se está conmemorando el 60º aniversario de la Naqba, el desastre, ocurrido con la expulsión de los palestinos de sus casas y sus tierras, por parte quienes quisieron fundar un Estado de Israel sobre los malos cimientos de la falsa proposición de "un tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra".
Era falsa la proposición porque la tierra en la que se fundó el Estado de Israel tenía pueblo desde hacía milenios, no era una entidad vacía, sino habitada por los palestinos, que estaban en su casa.
La expulsión de la inmensa mayoría de los habitantes del territorio y la destrucción física de los pueblos palestinos en número aproximado de 500 constituyen el desastre que el pueblo palestino recuerda en estos días.
Debemos de recordarlo nosotros también, y poner remedio a las consecuencias del desastre con toda la inteligencia y dedicación de la que seamos capaces, puesto que sobre fundamentos injustos no puede asentarse una paz justa y duradera como es la necesaria en la región.
Tuve ocasión de asistir en Madrid a los actos que se realizaron en el repleto Auditorio Marcelino Camacho, con presencia del Embajador de Palestina y de muchos embajadores de países árabes, además de la gente solidaria.
En muchos otros lugares se recuerda también la Naqba, como lo hacen los estudiantes turineses de la ilustración, que reivindican los justos derechos del pueblo palestino como condición indispensable para la existencia de una paz justa y duradera en la región.
Era falsa la proposición porque la tierra en la que se fundó el Estado de Israel tenía pueblo desde hacía milenios, no era una entidad vacía, sino habitada por los palestinos, que estaban en su casa.
La expulsión de la inmensa mayoría de los habitantes del territorio y la destrucción física de los pueblos palestinos en número aproximado de 500 constituyen el desastre que el pueblo palestino recuerda en estos días.
Debemos de recordarlo nosotros también, y poner remedio a las consecuencias del desastre con toda la inteligencia y dedicación de la que seamos capaces, puesto que sobre fundamentos injustos no puede asentarse una paz justa y duradera como es la necesaria en la región.
Tuve ocasión de asistir en Madrid a los actos que se realizaron en el repleto Auditorio Marcelino Camacho, con presencia del Embajador de Palestina y de muchos embajadores de países árabes, además de la gente solidaria.
En muchos otros lugares se recuerda también la Naqba, como lo hacen los estudiantes turineses de la ilustración, que reivindican los justos derechos del pueblo palestino como condición indispensable para la existencia de una paz justa y duradera en la región.
Etiquetas: Afers Estrangers, història, Palestina, solidaritat
1 Comentarios:
Razon que tienes, ayer estuve en una conferencia se la abogada palestina Sahar Francis... y abordamos el tema.
saludos
Publicar un comentario
<< Home