Gaza, aún
Una madre y sus tres hijos muertos en su propia casa por un ataque aéreo israelí contra la localidad de Khan Yunis, en Gaza.
Esas son algunas de las víctimas del último, hasta el momento, ataque militar contra Gaza.
Por más que insistan no aceptaré nunca la doctrina de los daños colaterales, de las consecuencias inevitables, de la responsabilidad colectiva de los palestinos.
Jamás estaré de acuerdo con la pena de muerte aplicada a nadie, y menos a civiles pertenecientes a una población ocupada militarmente por el hecho de que se hayan lanzado cohetes contra territorio israelí.
El respeto a la vida, a todos los Derechos Humanos, a la legalidad internacional, a las normas mínimas de civilización, es algo para mí irrenuncible.
Nunca podré dejar de ser solidario con las víctimas.
Esas son algunas de las víctimas del último, hasta el momento, ataque militar contra Gaza.
Por más que insistan no aceptaré nunca la doctrina de los daños colaterales, de las consecuencias inevitables, de la responsabilidad colectiva de los palestinos.
Jamás estaré de acuerdo con la pena de muerte aplicada a nadie, y menos a civiles pertenecientes a una población ocupada militarmente por el hecho de que se hayan lanzado cohetes contra territorio israelí.
El respeto a la vida, a todos los Derechos Humanos, a la legalidad internacional, a las normas mínimas de civilización, es algo para mí irrenuncible.
Nunca podré dejar de ser solidario con las víctimas.
Etiquetas: Drets Humans, Palestina, pau, política, solidaritat
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