18.12.06

No es eso


El enfrentamiento armado entre palestinos, llámesele guerra civil o como se le llame, no es el camino hacia ninguna solución, sólo sirve para ayudar a los sionistas a obtener su objetivo de destruir Palestina, reafirmado si cabe luego de decidir no reconocer los resultados de las elecciones de enero pasado.

Es absolutamente cierto que la presión israelí ejercida con todos los medios militares, políticos y económicos se ha ido haciendo cada vez más insoportable. Que los males del Muro, del apartheid, de la ocupación se han visto incrementados hasta límites insufribles.

No es menos cierto que los Estados Unidos, pese a algunas declaraciones, han ayudado a Israel a avanzar en este sentido, y no en el de la paz. También lo es que la timidez de la Unión Europea y el haberse plegado a los deseos de la administración Bush, llevando la situación económica en Palestina al desastre total, trabaja objetivamente en el mismo sentido.

Sin embargo, hermanos palestinos, el camino no es el enfrentamiento. No es eso.

El camino es el acuerdo, la actuación conjunta frente a la situación, la unión de esfuerzos en pro del pueblo palestino.

2 Comentarios:

Blogger Carlos dijo...

Jordi, no controlo del todo la situación, pero en el fondo la situación actual no es una cuestión de poder (dinero) de las dos facciones más que de planteamiento ante el problema palestino...

19/12/06 11:26  
Blogger Jordi Pedret dijo...

Carlos:
A mí me da que se trata de todo mezclado. Desde luego la situación de asfixia económica creada por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea es el detonador principal, pero se trata también de puntos de vista sobre la forma de enfrentar la ocupación y la construcción de Palestina. Desde este punto de vista no podemos olvidar que los dos principales actores políticos, Al Fatah y Hamás, tienen concepciones sociales y políticas diametralmente opuestas, ven un futuro con dos sociedades, soñadas cada una por cada uno, que nada tienen que ver entre sí.
Muchos elementos, junto a la desesperación, la rabia, el odio inducido, y el horror. Todo resulta bastante peligroso, y no me atrevo a pronunciar un pronóstico.
Un abrazo,
Jordi

19/12/06 12:04  

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