Gaza, siempre

La multiplicidad de causas que reclaman nuestra solidaridad, la cantidad de lugares donde se ejerce la violencia injusta, las diversas formas de explotación del hombre por el hombre, pueden llevarnos a olvidar la permanencia de las situaciones que no obtienen el primer lugar en la carrera de la atención mediática.

Gaza sigue estando en situación de sitio, de bloqueo, en suma de ocupación, pese a la retirada de las tropas de tierra de Israel. Desde el punto de vista del Derecho Internacional aplicable, la ocupación continúa en cuanto el absoluto y completo control terrestre, marítimo y aéreo de la franja está en manos israelíes. Sigue, por tanto, siendo exigible el cumplimiento de las obligaciones que la IV Convención de Ginebra impone a la potencia ocupante en cuanto a la atención, cuidado y seguridad de la población civil en la zona ocupada.

Israel, sin embargo, incumple en forma permanente, grave y reiterada tales obligaciones. No se trata sólo de que no desarrolle ninguna política activa de atención a la población palestina, sino que aplica unas políticas activas dirigidas específica y cruelmente en su contra.

Desde hace tres semanas el bloqueo es hermético. No se permite la entrada de personas ni de los bienes más necesarios para el mantenimiento de la vida, como harina, otros alimentos, suministros médicos, combustible para la producción de energía, etc.

La población palestina de Gaza está sometida a un ilegal y cruel castigo colectivo por parte de la potencia ocupante, que infringe toda norma de Derecho Internacional convencional, consuetudinario y humanitario aplicable al caso.

Sin que esta afirmación suponga dejación alguna de todos los otros aspectos referentes a los derechos del pueblo palestino que deben de tenerse en cuenta para acercarse a una solución que permita una paz justa y duradera en la región, es imperativo que se restablezca el cumplimiento del derecho en Gaza, es decir que Israel abandone las actividades contra la población civil que supone el bloqueo.

No podemos olvidar Gaza. Gaza debe de estar siempre en nuestro pensamiento, y en nuestros actos, para hacernos al menos equiparables en dignidad a la población palestina que sufre la agresión.