¡Mortadelo y Filemón for ever!
El maestro Ibáñez creó Mortadelo y Filemón, y nos convenció a todos de que no podía haber nadie más grotesco y divertido en el ámbito de la investigación.
Siento constatar que sí era posible ser más grotesco, como lo acaba de demostrar, y lo sigue demostrando estos días el asunto del espionaje, seguimientos, fotos, informes con referencia al volumen de la cabeza de la persona con la que se entrevista alguien, e incluso detalles sobre su pilosidad craneal, que nos está ofreciendo el Gobierno de la Comunidad de Madrid, en una orgía de cutrez inimaginable, y dificil de superar.
Me temo, en cambio, que el asunto no sea más divertido. Me parece más bien que tiene mucho de preocupante y de triste, el espectáculo del abuso del poder, de la desviación de poder y de fondos, de las guerras desgarradoras en el interior del PP madrileño, que amenazan con extenderse mucho más allá.
Es, en efecto, triste y no divertido, aunque grotesco, y perjudica no sólo a los que se están peleando con semejantes métodos, sino también al conjunto de los políticos y al mismo ejercicio de la política, y eso es muy grave.
Antes que lo que estamos viendo, prefiero mil veces el original de Ibáñez.
¡Mortadelo y Filemón for ever!
Siento constatar que sí era posible ser más grotesco, como lo acaba de demostrar, y lo sigue demostrando estos días el asunto del espionaje, seguimientos, fotos, informes con referencia al volumen de la cabeza de la persona con la que se entrevista alguien, e incluso detalles sobre su pilosidad craneal, que nos está ofreciendo el Gobierno de la Comunidad de Madrid, en una orgía de cutrez inimaginable, y dificil de superar.
Me temo, en cambio, que el asunto no sea más divertido. Me parece más bien que tiene mucho de preocupante y de triste, el espectáculo del abuso del poder, de la desviación de poder y de fondos, de las guerras desgarradoras en el interior del PP madrileño, que amenazan con extenderse mucho más allá.
Es, en efecto, triste y no divertido, aunque grotesco, y perjudica no sólo a los que se están peleando con semejantes métodos, sino también al conjunto de los políticos y al mismo ejercicio de la política, y eso es muy grave.
Antes que lo que estamos viendo, prefiero mil veces el original de Ibáñez.
¡Mortadelo y Filemón for ever!
1 Comentarios:
Siempre el original, en efecto.
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