¡Menudo viaje al centro!

Ayer me veía en la precisión de hablar de luz, taquígrafos y demás para glosar la llegada a la política pública de un artesano de la política oculta de la más feroz de las derechas económicas como es Pizarro.

Va quedando claro de hora en hora que los posibles beneficios para la democracia derivados de sujetar a publicidad las maniobras políticas hasta ahora ocultas en la más completa oscuridad, vienen compensados más que sobradamente por los movimientos a la derecha por parte del PP.

Sí, aunque pareciera imposible, el PP está desplazándose aún más a la derecha de lo que le había situado su actuación en la legislatura recién terminada.

La defenestración de Ruiz Gallardón, persona de derecha alfabetizada y por ello con la moderación que impone la ilustración, no sólo abre perspectivas más o menos aterradoras para los pacíficos habitantes de Madrid, sinó que sigue, por ejemplo, al abandono de un diputado de alta sensibilidad democrática y compromiso con los Derechos Humanos como López Medel.

Cualquiera diría que el ya viejísimo viaje al centro que el PP viene predicando desde tiempos casi inmemoriales le resulta de una dificultad insuperable, mientras su asistencia a manifestaciones con símbolos y gritos de lo más derechista le resulta no sólo fácil sinó cómoda.

Será que el centro está realmente muy, pero que muy lejos del PP, o será que el piloto no sabe usar la brújula y la carta de navegar, o que han comprado un mapa claramente erróneo.

En cualquier caso parece claro que más que viajar al centro, lo que está haciendo el PP es pegarle tremendo viaje al centro.