León Máximo Rodríguez Valverde
Un nombre tan superlativo y rotundo como sus convicciones socialistas.
León Máximo Rodríguez Valverde, militante socialista tanto en la UGT como en el PSOE, era un ebanista fino, que desde esa militancia se incorporó al Batallón Largo Caballero en defensa de la legitimidad republicana. Fue condenado a muerte por los así llamados tribunales franquistas, viendo conmutada esa pena por la de treinta años de reclusión. Se exilió a Toulouse en 1953 y allí ejerció como socialista en la capital del exilio español en Francia.
Presidente de edad de las Cortes Constituyentes de 1977, lo fue también del Congreso en otras ocasiones. Emocionante su discurso como Presidente, sobre todo en el recuerdo al militante socialista Julián Besteiro, Presidente de las Cortes Constituyentes de 1931.
Diputado desde la Constituyente hasta la V Legislatura, ejerció férreamente como Jefe de Disciplina del Grupo Parlamentario Socialista. En su concepción de la labor política la disciplina respecto a las decisiones y orientaciones adoptadas colectivamente era fundamental. No creo que ninguno de los que fuimos diputados en aquellas legislaturas nos salváramos de alguna multa, pese a la acendrada disciplina de la inmensa mayoría.
Debo confesar que la multa que me correspondió a mí tuvo un cierto carácter póstumo, puesto que la recibí con las Cortes ya disueltas por haber faltado a alguna votación en el último pleno de la legislatura a causa de una actividad política en mi Agrupación.
Recuerdo, y espero seguir recordando, la primera frase que me dirigió cuando llegué al Congreso iniciada ya la III Legislatura. Mirándome con sus escrutadores ojos me espetó: "Sólo para irnos conociendo: ¿Tú eres de los que juran o de los que prometemos?" refiriéndose a la doble fórmula posible de aceptación del cargo de Diputado. "¡De los que prometemos!" le respondí sin la menor vacilación.
La relación fue magnífica durante todo el tiempo en que coincidimos. León Máximo dispensaba su magisterio y su ejemplo de militante socialista y de sabio político a todos nosotros, los que llegábamos a la política institucional quizá sin conocer suficientemente todo el trabajo de los luchadores por la justicia social que habían resistido toda la dictadura.
Esta mañana, a los diez años de su fallecimiento, se le ha tributado en el Congreso de los Diputados un más que merecido homenaje, que ha estado presidido por una contenida emoción y por una gran hondura política.
Que el recuerdo de León Máximo Rodríguez Valverde, militante socialista, se mantenga vivo en nosotros.
Presidente de edad de las Cortes Constituyentes de 1977, lo fue también del Congreso en otras ocasiones. Emocionante su discurso como Presidente, sobre todo en el recuerdo al militante socialista Julián Besteiro, Presidente de las Cortes Constituyentes de 1931.
Diputado desde la Constituyente hasta la V Legislatura, ejerció férreamente como Jefe de Disciplina del Grupo Parlamentario Socialista. En su concepción de la labor política la disciplina respecto a las decisiones y orientaciones adoptadas colectivamente era fundamental. No creo que ninguno de los que fuimos diputados en aquellas legislaturas nos salváramos de alguna multa, pese a la acendrada disciplina de la inmensa mayoría.
Debo confesar que la multa que me correspondió a mí tuvo un cierto carácter póstumo, puesto que la recibí con las Cortes ya disueltas por haber faltado a alguna votación en el último pleno de la legislatura a causa de una actividad política en mi Agrupación.
Recuerdo, y espero seguir recordando, la primera frase que me dirigió cuando llegué al Congreso iniciada ya la III Legislatura. Mirándome con sus escrutadores ojos me espetó: "Sólo para irnos conociendo: ¿Tú eres de los que juran o de los que prometemos?" refiriéndose a la doble fórmula posible de aceptación del cargo de Diputado. "¡De los que prometemos!" le respondí sin la menor vacilación.
La relación fue magnífica durante todo el tiempo en que coincidimos. León Máximo dispensaba su magisterio y su ejemplo de militante socialista y de sabio político a todos nosotros, los que llegábamos a la política institucional quizá sin conocer suficientemente todo el trabajo de los luchadores por la justicia social que habían resistido toda la dictadura.
Esta mañana, a los diez años de su fallecimiento, se le ha tributado en el Congreso de los Diputados un más que merecido homenaje, que ha estado presidido por una contenida emoción y por una gran hondura política.
Que el recuerdo de León Máximo Rodríguez Valverde, militante socialista, se mantenga vivo en nosotros.
Etiquetas: crònica, política, socialisme
1 Comentarios:
Recientemente me encontré con tu blog y he estado leyendo a lo largo. Yo pensaba que iba a dejar mi primer comentario. No sé qué decir, excepto que he disfrutado de la lectura. blog de Niza.
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