22.11.07

Fernando Fernán Gómez



La voz, profunda. La dicción, rotunda. El verbo, acerado. El ceño, de ordinario adusto. La mirada, penetrante. La inteligencia, lúcida. El compromiso, permanente.

Una buena parte de nuestra mirada sobre la vida, de nuestra sensibilidad, la debemos a su intermediación con el mundo.

Si, como se ha afirmado, es cierto que una persona vive mientras está en la memoria de cualquier otra, Fernando Fernán Gómez vive, y vivirá.

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1 Comentarios:

Blogger David Romero Raposo dijo...

Me ha gustado mucho lo que dices de Fernando, en mi blog tambien he escrito sobre él, te animo a leerlo.

11/12/07 00:46  

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