25.9.06

Más sobre los árabes de Israel

A los pocos días del alto el fuego en el Sur del Líbano, se reunía en sesión ordinaria el Gobierno de Israel. En la misma, el Ministro de Educación manifestó que las ayudas para reconstrucción de las escuelas dañadas o destruidas por los cohetes de Hezbolá, debían de dedicarse exclusivamente a las localidades de población judía, puesto que los localidades árabes en Israel habían "funcionado con normalidad" durante la guerra.

El Gobierno de Israel está gestionando unas subvenciones específicas para reconstrucción del pequeño comercio, ciertamente afectado por la caída de cohetes de Hezbolá en el Norte de Israel. Las subvenciones son sistemáticamente denegadas cuando el solicitante es un ciudadano israelí de etnia árabe. La razón dada públicamente por el Gobierno es la de que es el simple gestor de unos fondos proporcionados por judíos norteamericanos, que pusieron como condición que el dinero llegara exclusivamente a destinatarios judíos, con exclusión de los otros ciudadanos de Israel.

El diario israelí Haaretz informa el día 19 de septiembre, de la negativa del Ministro Amir Peretz a autorizar el viaje a Gaza de un Diputado árabe al Knesset, para reunirse con representantes del Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina. Esta es la primera vez que se produce una negativa semejante. El Diputado Talab al-Sana, de la Lista Árabe Unida, ha declarado que la prohibición de viajar no responde a ninguna preocupación por su seguridad personal, y ha denunciado que el Gobierno acusa a los Diputados árabes de no intentar influir en la conducta del Gobierno Palestino, y al mismo tiempo torpedea cualquier iniciativa al respecto.

El mismo diario transcribe unas declaraciones del Diputado derechista al Knesset Effi Eitam, quien dice "También debemos tomar otra decisión, y es la de expulsar a los árabes israelíes del sistema político. En esto también, las cosas son claras y simples. Hemos construido una quinta columna, una liga de traidores de primera clase. Sin embargo, no podemos continuar permitiendo una presencia tan grande y tan hostil en el sistema político de Israel."

Son sólo algunos ejemplos más de cual es el tratamiento que el Gobierno de Israel da a sus ciudadanos.

Caso aparte, del que no hay espacio para hablar aquí es el de los palestinos que habitan en Jerusalén, ilegalmente anexionado a Israel, y que no tienen la condición de ciudadanos israelíes.

De veras que pienso que de todo eso deberíamos de hablar mucho más de lo que lo hacemos.

(artículo publicado en laRepública.es)